• Si pudieran hablar, quizá llevarnos bien con ellos, sería tan difícil como con las personas


    August 19, 2013
  • Las ideas, como las pulgas, saltan de un hombre a otro. Pero no pican a todo el mundo.


    August 19, 2013
  • La casualidad nos hace hermanos, pero el corazón nos hace amigos


    August 19, 2013
  • Amigo que no da y cuchillo que no corta, aunque se pierdan no importa.


    August 19, 2013
  • El mejor automovilista es el que conduce con imaginación: imagina que su familia viaja en el asiento trasero


    August 19, 2013
  • El amor es como la fiebre: brota y aumenta contra nuestra voluntad.


    August 19, 2013

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jueves, 7 de enero de 2016

Gran Chamán: Prólogo


Limbert se asomó al asiento del conductor desde la parte de atrás del carromato. Llevaba toda la vida recorriendo caminos como aquel, pero aún así estaba nervioso. La fama de aquella ruta en concreto era especialmente atroz. Se hallaban en un camino de montaña que serpenteaba por un valle. A su alrededor el terreno estaba cubierto de matorrales espinosos, hierba seca y rocas de tamaño considerable que habrían caído de lo alto de la montaña hacía siglos, supuso el mercader.

-¿Como vamos Jarrock? ¿Has visto algo raro?

El corpulento cochero se giró en su asiento al frente del carromato y negó con la cabeza. Tenía los bonachones rasgos de alguien que se había criado en el campo y ha tenido la suerte de no haber conocido la guerra ni pasado hambre. Su rostro, curtido por el sol a lo largo de los muchos días que había pasado en el asiento del conductor, estaba surcado por un millar de pequeñas arrugas.

-No señor. La carretera no es la mejor del mundo, ya me entiende. Completamente llena de baches. Por otra parte, es normal en pasos de montaña como este. En cuanto a esos infames inhumanos... Bueno, ni rastro de ellos por ahora. Que lo intenten si se atreven. En mi opinión, esa panda de babeantes cerebros de mosquito no tienen ninguna oportunidad. Esos hombres que ha contratado
– dijo, señalando a la escolta de mercenarios a caballo que rodeaban los carromatos – son de las mejores espadas que se pueden comprar con dinero en el reino. Desde luego, mucho mejores que los soldados del conde de estas tierras.

Jarrock había estado con él casi desde el principio de su carrera como mercader, y confiaba en él y en su juicio. Sin duda, razonó, veinte hombres bien equipados eran más que suficientes para proteger tres carromatos de cualquier asalto. Pero, de alguna forma, sus nervios permanecieron en su interior, atenazando la boca de su estomago. Tenia un mal presentimiento.

-Bueno, date prisa. No quiero que se nos haga de noche aquí, ¿entendido?

-Por supuesto. Deberíamos llegar al otro lado del paso en un par de horas, y aún nos quedan cinco de luz. - El conductor sacudió las riendas para que los caballos aceleraran el paso. - Usted siéntese ahí atrás y esté tranquilo. Si veo algún pielverde será el primero en enterarse, palabra de honor.

Dicho esto, escupió a un lado de la carretera y volvió a fijar la vista al frente, dando por acabada la conversación. Limbert volvió al interior del carromato, oculto del exterior por la lona. Allí, contempló con ansiedad su preciada carga, cerciorándose de que todo estuviera en orden. Cuando estuvo satisfecho, se sentó con la espalda apoyada en uno de los arcones y empezó a imaginar lo que haría con los beneficios del viaje. Eso consiguió calmarle un poco. Nada mejor que imaginarse a uno mismo vestido con telas de la mejor calidad y adornado con oro, disfrutando de una buena botella de vino.

A sus cuarenta y seis años, Limbert había amasado una pequeña fortuna. Había ampliado el negocio que le dejó su padre, una humilde empresa con un carro, dos caballos de tiro y una pequeña oficina en Krigger. En sus manos, lo que hasta entonces había sido una humilde compañía familiar que se dedicaba al comercio de frutas, verduras, carne y otros productos del campo, vendiéndolos en la ciudad, se convirtió en una exitosa empresa que compraba y vendía metales y gemas por todo el reino. Esto se debía a que esta nueva mercancía no se deterioraba con el tiempo, por lo que podía transportarse mucho más lejos. Y en lugares en los que la demanda era alta, se vendían por varias veces más de lo que costaban en el lugar de origen.

Aquello implicaba viajar mucho, claro. Pero no le importaba. Después de la muerte de su padre, nada le ataba a su ciudad natal. Más bien al contrario. Incluso ahora, que tenia quien llevara sus caravanas y negociara por él, seguía ocupándose personalmente de algunos de los viajes más importantes. Y aquel era el más importante que había acometido su compañía desde que él tomó el mando. Un encargo para la corona, nada más y nada menos. Solo de pensar en las consecuencias si fallaba bastaba para ponerle la carne de gallina.

…..............................................

Grarrak se acercó a rastras al borde del barranco y asomó la cabeza. El camino discurría más abajo, siguiendo la falda de la montaña. Un grupo de tres carros se acercaba por él, protegidos por varios jinetes. Estaban casi en la marca, un pino muerto que yacía caído junto a la ruta. El goblin manoseó el cuerno que llevaba colgado al cinto. Pero no, aun no era el momento. Aun no.

Mientras esperaba, levantó la mirada hacia el cielo y entrecerró los ojos, mirando el sol con rabia. Habría preferido luchar de noche, la luz del día empezaba a hacerle daño en los ojos. Pero cuando uno de los vigías había visto como los humanos entraban en el paso, la responsabilidad del ataque había recaído sobre su tribu. Y una molestia menor como la luz no le impediría cumplir con su parte. Odiaba más a los humanos que a la luz, y muchos humanos iban a morir aquel día. Satisfecho, se lamió los colmillos inferiores, que sobresalían de su boca, y se acercó el cuerno a los labios. Hinchó los pulmones. Sopló. Y cuando la grave nota resonó, haciendo eco en las montañas cercanas, pareció que el cielo se desplomara sobre la caravana de los humanos.

Los góblins eran criaturas de poca altura y corpulencia, poco adecuados para luchar cuerpo a cuerpo con enemigos acorazados o sin contar con el factor sorpresa y superioridad numérica. Sus puntos fuertes eran su agilidad y su habilidad para moverse sin ser vistos gracias al color de su piel, que variaba entre los diferentes individuos en una gama de verdes, grises y pardos que los confundía con el terreno. En otras palabras, eran perfectos para tender emboscadas.

Medio centenar de góblins tirando piedras desde las alturas podía parecer primitivo, pero no había duda de que era efectivo. Y tenían puntería. Primero fueron a por las ruedas de los carromatos, dejándolos varados antes de que nadie pudiera reaccionar. Después los proyectiles llovieron sobre los mercenarios. Algunos intentaron cargar ladera arriba, pero los caballos no eran adecuados para moverse en este terreno tan abrupto, y menos mientras caían piedras como si fuera granizo. Muy pronto, los cascos y corazas quedaron abollados, los escudos inservibles y muchos caballos muertos o con las patas rotas. Los más inteligentes desmontaron al momento y corrieron a cobijarse. De la veintena de hombres que Limbert había contratado, menos de la mitad consiguió ponerse a cubierto detrás de algunos peñascos que adornaban la cuesta.. Los demás estaban tirados en el suelo, gritando de dolor por los numerosos huesos rotos o silenciosos e inmóviles. En cuanto a los caballos, aquellos que aún eran capaces salieron huyendo y se perdieron en la distáncia Ahora, los supervivientes, dispersados, desorientados y a pie, no podían moverse a menos que quisieran que una piedra les diera en la cabeza.

Fue entonces cuando Grarrak, acompañado por los cinco miembros de su guardia personal, bajó dando un rodeo y, mientras sus congéneres mantenían la presión sobre los mercenarios, se desplazó hasta los carromatos. Rajaron las gargantas de todos los que encontraron en ellos, tres conductores y una persona vestida con ropa de alta calidad que intentó defenderse con una daga. Entonces, cayeron sobre los mercenarios desde atrás. Acabaron con ellos uno a uno, metiendo sus cuchillos por las ranuras de las armaduras.

Pero el líder de los soldados de fortuna fue más rápido que sus subordinados con la espada y mató a uno de los compañeros de Grarrak. Furioso, el caudillo góblin se lanzó a la carrera contra él. El humano lanzó un tajo horizontal contra el cuello de Grarrak, pero este se dejó caer sobre sus rodillas y se deslizó por debajo del golpe, hincando su cuchillo en la parte de atrás de la rodilla de su adversario en el proceso. Entonces se lanzó sobre su espalda con un chillido y logró que cayera de bruces contra el suelo. Le despojó del casco mientras el humano forcejeaba. Pero Grarrak sabía como hacer que parara. Así que, ni corto ni perezoso, le golpeó la cara contra el suelo un par de veces y, cuando dejó de agitarse, cerró los dientes alrededor de la oreja del mercenario y se la arrancó de un bocado, para deleite de su tribu. Mientras masticaba, remató a su adversario deslizando el cuchillo por su garganta.

Y así, la escaramuza llegó a su fin. Los góblins se reunieron alrededor de los carromatos. El caudillo dirigió a los demás mientras sacaban el contenido de los carros y lo amontonaban a un lado del camino. Candelabros, un par de arcones llenos de monedas, algunas piezas de joyería y otras baratijas fueron cayendo al suelo junto a varias cajas de mineral de hierro bajo la satisfecha mirada de Grarrak. Aquel golpe mejoraría mucho su reputación y la de su clan. Lanzó un grito para que los que registraban el ultimo carromato se dieran prisa, después se giró hacia los que curioseaban en el montón del botín y les señaló los cadáveres de los mercenarios. Las armas y armaduras eran mas importantes para ellos que el oro y la plata. Dejarlos allí ofendería al Sharn Galar.

-Maldición, esto pesa. ¡Llévalo tú! Voy a buscar el otro.

-Si vamos a llevar estos barriles ante el Sharn Galar deberíamos coger alguna de las bestias de los humanos para que cargue con ellos. Además, escuché a los Anillados decir que no saben nada mal. Seguro que nos servirían de cena. Ven aquí, Grisga. Ayúdame a bajarlo. Y ábrelo de una vez, a ver que hay dentro. Pesa más que el culo de una orca de cría.

-Trae. -Grisga cogió el barril y lo dejó en el suelo, casi cayéndose en el proceso.- Joder tenias razón. Si no es algo bueno lo dejamos aquí. Ya iremos lo bastante cargados como para llevar basura a cuestas.

Dicho esto, le dio un porrazo a la tapa con una piedra y apartó la madera rota para ver el contenido. Mientras la pareja que estaba registrando el carromato bajaron el otro barril y se sentaron en el suelo contra él a descansar. Cuando los vio, Grarrark fue directo hacia ellos para gritarles por hacer el vago, pero lo que Grisga sacó del barril le distrajo por completo. El otro goblin sostenía un rubí del tamaño de un puño en alto. Sonriendo, se giró hacia su líder y dijo:

-¿Esto es bueno verdad jefe?

Grarrark soltó una risotada, le dio una palmada en la espalda y le respondió:

-Sí cerebro de mosquito, es bueno. Sharn Galar estará satisfecho con nosotros hoy. ¡Y vosotros, perros! Levantaos de ahí y mirad a ver si convencéis a una de esas apestosas bestias de carga para que lleve los cristales ante el Quemado. O os ocuparéis vosotros.

Mientras sus lacayos se levantaban de un salto y iban corriendo a buscar un caballo, Grarrark le quitó la gema a Grisga, enviándole a buscar algo con lo que cerrar el barril de nuevo de una patada en el culo. Después coloco el rubí con mimo junto a los demás, envolviéndolo de nuevo en la paja que los protegía de posibles golpes. Su clan ya había terminado de repartirse el resto de la carga, y tras algunos gritos por su parte, se pusieron todos en marcha hacia la Cumbre Partida.
Dejaron donde estaban los cadáveres y los carromatos, para que sirvieran de advertencia a los humanos. Aquel era territorio de los Crogorh Cigrath ahora. Todo el que pasara por él tendría que pagar tributo a la Bandera Ensangrentada.

…................................

Tras la partida de los góblins, la calma volvió a posarse sobre el camino, como un ave que ve como se aleja el peligro. El sonido del viento volvió a tomar protagonismo, mientras los arbustos, el pelo y la ropa de los muertos se balanceaban al compás.

Un pequeño ratón de campo se encaramó en una de las ruedas rotas, que sobresalía torcida. Desde su nueva atalaya contempló la escena, los cuerpos amontonados y despojados de su equipo, los caballos muertos, los contenedores usados para transportar mercancía tirados en el suelo y todo lo demás como si supiera lo que había pasado allí. No solo eso, sino que parecía ver algo más allí. Un propósito.

Cuando hubo visto lo que quería, el ratoncito saltó y se alejó volando, convertido en un gorrión, hacia el este.


lunes, 11 de mayo de 2015

Trucos mentales

La cabeza a veces nos juega malas pasadas. Nos distraemos con cualquier cosa, y de pronto nos olvidamos de lo que estábamos haciendo. O no escuchamos algo que nos están diciendo. A veces nos hace creer que vemos cosas que en realidad no están ahí, o no nos fijamos en lo que tenemos justo delante de las narices. Empezamos a leer algo y cuando vamos por la mitad nos damos cuenta de que no nos acordamos de nada de lo que hemos leído hasta ahora y tenemos que volver a empezar.

Normalmente son pequeñas cosas a las que no damos importancia, pero ponen de manifiesto algo muy importante. En ocasiones no podemos fiarnos ni de nuestra propia mente. Dicen que no nos enteramos ni de la mitad de lo que pasa por nuestro cerebro. Que los pensamientos conscientes son una minoría, y que casi todo está regido por nuestro inconsciente. Como si fuéramos el maquinista de un tren, pero el tren nos controla a nosotros. Espeluznante.

No sabemos quienes somos. A día de hoy nadie sabe porque una serie de chispazos en nuestra cabeza nos permiten percibir la realidad, pensar y sentir emociones. Sabemos más del origen del universo que de lo que pasa en nuestras propias consciencias. Y a nadie le parece extraño.

                        Pensamiento De Un Esperma

domingo, 19 de abril de 2015

Soy un hombre...

Soy un hombre sin miedo, porque el miedo corta las alas.
Soy un hombre sin reglas escritas, porque las reglas escritas cortan la creatividad.
Soy un hombre sin objetivos, porque los objetivos marcan un límite.

Soy un hombre con dudas, porque las dudas me hacen avanzar.
Soy un hombre muy grande, porque estoy rodeado de grandes personas.
Soy un hombre con opinión, porque la opinión hace saber que estoy aquí.

Soy un hombre sincero, porque con la verdad llegaré al infinito.
Soy un hombre sin piedad, pues con ella ya habría difundido.
Soy un hombre observador, porque lo que veo, es lo que creo.

Soy un hombre sin límites, porque los límites cortan lo superior.
Soy un hombre sin amor, porque el amor corta al hombre.
Soy un hombre sin conciencia, porque la conciencia corta la valentía.

Soy un hombre curioso, porque me gusta saber lo que me rodea.
Soy un hombre fiel, porque la fidelidad me ha hecho a mi.
Soy un hombre bueno, porque estoy bueno.

Si te sirve de algo nunca es demasiado tarde, o en mi caso demasiado pronto para ser quien quieras ser, no hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras, puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto, de todo podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tú saques la positiva, espero que veas cosas que te sorprendan, espero que sientas cosas que nunca hayas sentido, espero que conozcas a personas con otro punto de vista, espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa y si ves que no es así espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo

Temo que si, te has vuelto loca, demente, chiflada, pero te diré un secreto, las mejores personas lo están


Pensamientos De Un Esperma

Soy un hombre...

miércoles, 15 de abril de 2015

La infidelidad ~Mitos Y Realidades~



¿Se puede amar a una persona y serle infiel? ¿Quién tiene la culpa? ¿De qué hablamos cuando hablamos de infidelidad?

Cuando somos muy jóvenes, nuestro concepto del amor es fundamentalmente romántico. Pensamos en almas gemelas que se encuentran a través del tiempo y el espacio, en nacer el uno para estar en brazos del otro y en que por supuesto, en cuanto conectas con la persona ideal, el resto del mundo desaparece por completo. Parece que el amor de alguien en concreto fuera la gran respuesta a todas las preguntas de nuestra vida y nuestras relaciones de pareja están construidas casi en su totalidad en torno al pensamiento mágico. En esta etapa, tu pareja está sólo en un puesto ligeramente menos fantástico que los unicornios y las hadas.

La fidelidad eterna y espontánea pertenece al mismo reino de los cuentos de hadas que el amor íntegro y fusionado que perseguimos en nuestros sueños. No es una especie de superhabilidad que te viene dada por el mero hecho de amar a tu pareja. Establecer un compromiso y mantener unos valores personales va más allá del mero enamoramiento, son, ante todo, un pacto con uno mismo, en el que intervienen tanto el amor como la voluntad.

Porque querer a tu pareja no significa automáticamente que te ha hayas quedado sin ojos y sin hormonas. Ni tampoco implica que entre los millones de habitantes que pueblan este planeta, no hay unos cuantos de miles que también te puedan atraer y con los que además, podrías ser perfectamente compatible como pareja.

No es la falta de atracción, o el control, o el aislamiento, o la falta de tiempo, la que nos hace permanecer fieles.

Existen unos conceptos muy nocivos asociados a la infidelidad y que se siguen manteniendo hoy día y son los que se desglosan a continuación.
Mito: toda la culpa es de terceras personas.

Nuestra pareja es un inocente corderillo al que un aprovechado galán o una bezerra lagarta atrajeron contra su voluntad hacia el negro acto sexual.

Realidad: si se decide seguir adelante tras una infidelidad, conviene comprender que es un problema de dos, no de tres. De nada sirve insultar, devaluar o atacar a la tercera persona, porque si las cosas no se solucionan o si falta el amor y el compromiso en esa pareja, entonces no tendremos ojos, manos, detectives, ni internet suficiente como para neutralizar y controlar a todos los supuestos galanes y lagartonas que hay en este mundo y que puedan interactuar en algún momento con nuestra pareja.

Mito: buscó fuera lo que no tenía en casa.

Una aseveración que yo recuerdo de la época de mis abuelos y que aún me sorprende encontrar hoy en día. Esta frase me remite automáticamente a mesas camilla, densos visillos y sacerdotes espesitos al estilo de La Regenta.

Realidad: que quede claro. Si una persona opta por ser infiel en lugar de sentarse a hablar con su pareja de los problemas o bien dejar la relación si no le satisface, la responsabilidad de dicho acto es enteramente suya.

Este tipo de razonamiento, que debería ya estar enterrado en lo más profundo del baúl de los despropósitos, no sólo infantiliza por completo a quien falla a un compromiso que eligió sin que nadie le pusiera una pistola en la cabeza, sino que propaga la mala idea de que la otra persona debiera estar constantemente pendiente de lo que su pareja pudiese necesitar; e incluso usar la telepatía en caso de que dicha pareja no se digne a comunicarlo.

Mito: La persona infiel es malo, egoísta y sólo busca su interés.

Realidad: la infidelidad no es una especie de rareza que sólo concierne a las malas personas. La infidelidad es un acto que viene como consecuencia de una escasa conciencia, de un mal conocimiento de uno mismo, de una fractura en la autoestima o de una forma infantil de lidiar con los problemas, refugiándose en evasiones externas. Todo ello características humanas, abundantes y bastante comunes y corrientes. La infidelidad no se comete por tener fallos o carencias personales, se comete por no ser capaz de asumirlos, comprenderlos y aceptarlos.

Mito: somos polígamos por naturaleza, no podemos evitarlo.

Realidad: Ni los hombres están obligados genéticamente a reproducirse con el mayor número de hembras posible, ni las mujeres están predestinadas a desechar a los machos débiles para aparearse con el macho alfa. Si estuviésemos tan atados por la genética, ni existiría la homosexualidad, ni las personas enfermas podrían enamorarse, ni las personas que no quieren o pueden tener hijos, sentirían deseo sexual.

Somos cuerpo, mente, alma, corazón. También cultura, sociedad y educación. Los genes son una parte de nosotros, no un todo. Si consideras que eres polígamo por naturaleza y no puedes evitar la infidelidad, entonces la mejor opción no es establecer una relación que incluya este tipo de compromiso.

Un último apunte: me he encontrado con muchísimos casos de infidelidad a lo largo del tiempo, tanto de hombres como de mujeres, en diversas circunstancias, combinaciones y contextos. Curiosamente, en su mayoría no se trataban de espíritus libres, mentes liberales o talantes tolerantes y empáticos: eran personas que hasta entonces habían sido más bien rígidas, perfeccionistas y con una fuerte tendencia a juzgarse (y a juzgar) con dureza a los demás. Que no concebían cómo se podía sentir atracción por otras personas estando en pareja o que consideraban que la infidelidad era un acto abyecto propio de seres sin escrúpulos.

Personas que realmente creían que si el amor no era un cuento, no era nada.

Ni el amor, ni la fidelidad, son asuntos de la fantasía. No vienen otorgados por el mero hecho de enamorarse y tener muchas mariposas en el estómago. La infidelidad -o su variante legalizada, el encadenamiento sucesivo de relaciones amorosas fallidas- tiene más posibilidades de darse en tanto que pienses que una relación de pareja será siempre estática, te va a mantener eternamente entretenido o te curará de todos tus traumas e inseguridades.

Mientras permanezcas abierto a los cambios, a las nuevas situaciones, a las crisis, a las mil maneras en las que la vida te va a ayudar a conocerte y saber quién eres, encontrarás muchos más caminos y más opciones de las que crees.
Y si alguna vez fuiste tú quien fallaste a este compromiso, no te fustigues, no lo disfraces, no lo banalices, no te compares: detente antes de poner a funcionar la maquinaria del autoengaño, pues estás mutilando tu capacidad de conciencia. Acepta la acción, acepta la parte de ti que haya quedado al descubierto al realizarla, llora si lo necesitas, afróntala como un punto de inflexión y sobre todo, no te reboces en los inútiles barros de la eterna culpa. Que tus errores o los de los demás no te hagan más cínico, más inflexible o más intransigente: que te hagan mejor.

Pensamientos De Un Esperma


La Infidelidad ~ Mitos Y Realidades ~

 Adaptación Locos De Amor ~ Fotos: clago2015 ~ Realización, montaje y diseño: PensamientosDeUnEsperma ~ Créditos: Home Del Amor ~ Palabras clave: adwords

Amor perdido

Bueno chavales y como ya hacía tiempo que no se veía por este blog una publicación sobre mi situación sentimental, aquí va una, que ya es hora ¿no creéis?

Empezaré diciendo, que sí, yo también he estado enamorado. A mi también me ha gustado tanto una chica que incluso mataría a cualquiera que hablara de forma grotesca de ella. Incluso después de que esa misma persona me joda la vida, lo seguiría haciendo. Soy así de capullo jajaja.

Pero lo cierto es que estarlo, estar enamorado es una tremenda mierda. Supongo que al principio está bien, o si la otra persona está enamorada de ti, pues eso debe de ser ya cojonudo. La cremè de la cremè. Pero casi siempre y, hasta encontrar ese amor, primero toca pasar por baches, tan grandes como ***el tamaño de mi polla (del cual algún día haré una entrada, se la merece hahahahahhahahahaha broma)***

Ya hace casi 3 años desde que mi exnovia y yo lo dejamos. Ella se llamaba R**** y todavía le tengo un tremendo cariño y respeto guardado dentro de mi corazón por ese año que pasamos viéndonos cada día. El principio de todas las relaciones está bien, se podría decir que ambos estábamos enamorados el uno del otro. Pero no se sabe cómo ni porque, pero el amor se termina. Llega un momento en el que dejas de ver a la persona como la veías al principio y todo poco a poco se va desmoronando.

Después de esa relación sólo vinieron royos y royos de una noche, sin parar. Con algunas chicas sólo nos dábamos besitos. Otras me daban besitos en la pinga. Otras pues intimábamos bastante más. Pero lo cierto es que, de estos, pese a que el año pasado estuvo repleto, es algo que no me gustaría repetir. No soy de esa clase de personas y, gracias a ese fatídico año lleno de rencor, dolor, amor, armonía, ira y estupideces, he podido abrir los ojos.

Este año, estoy pasando de pavas, hace ya 4 meses que no conozco a ninguna chica nueva, que no se columpian sentimientos en mi cabeza. Y esto es algo que me enorgullece, pero no del todo. Pues me gustaría que este hubiera sido un año en el que no hubiera tenido ninguna clase de contacto sexual con ninguna chica. Teniendo en cuenta que llega un momento en el que te ves más salido que el canto de una mesa, te das cuenta de que debes de cesar con ese objetivo jajajajaja. Pero bueno, en 4 meses sólo he tenido "contacto sexual" con 2 chicas y eso es algo que está bastante guay.

Me gustaría volver a escribiros en Agosto para deciros que en estos 4 meses no ha habido contacto alguno, pero va a ser imposible jajajajaja.

Y justo por todo lo que he vivido. Porque he vivido de todo. Royos, relaciones "largas", cortas, medias, he vivido en mi puto mundo de fantasía creyendo cosas donde no las había, chicas con novio, sin él, con 2 pavos mirando. Justo por todo eso, la experiencia me dice que toca parar, cojer aire, relajarse y esperar a que si alguna chica quiere entrar en mi vida, quiero estar muy seguro de dejarle entrar. Ya no creo en el amor. No creo que me vuelva a enamorar en mucho tiempo ni tengo ganas de hacerlo. Porque hoy en día, en mi diccionario, he arrancado la palabra amor. Adiós y hasta dentro de mucho, compañero de lágrimas.

Pensamientos De Un Esperma

Amor Perdido

martes, 14 de abril de 2015

Echos ya hechos

No cambiaría nada de lo que he hecho en mi vida, quizás si cambiaría el como lo he hecho, pero nunca el resultado.

No me han salido todas las cosas bien en este mundo. Es más, pienso que tengo una mano negra y todo me sale mal. Pero sigo haciendo mi vida, sin arrepentirme de nada con la cabeza alta. Los brazos abiertos y nunca, jamás, falto de orgullo.

Ayer estuve pensando, porque hice algo mal, fatal, y pensé "joder ojalá no hubiera hecho esto." Y este puto pensamiento no quiero que vuelva a aparecer por mi cabeza. Por muchas cosas malas y mal que haga, tendré mi castigo, pero jamás, me arrepentiré.

Cada experiencia, cada paso, cada zancada, cada página de este blog, cada capítulo de mi historia. Tiene una experiencia. Tiene algo bueno de lo que aprender. Tiene valor, tiene intriga, tiene miedo, tiene experiencia, tiene coraje y valor. Y gracias a cada acción mala de la que ayer quise borrar de mi cabeza. Tiene culpa de que hoy sea, para mi, un chico fantástico.

Nada de esto esta relacionado con ninguna mujer. Aunque si es cierto que en cada entrada me veo obligado a sacar temas sobre el amor. Quizás sea un Becquer en proceso de expansión jajaja.

Las chicas también me han cambiado. Han cambiado total y llanamente mi manera de ver el amor, la vida y el sexo. Aunque estos pensamientos y experiencias siempre son difíciles de seguir. Porque tu corazón nunca hace caso a tu cabeza y mucho menos a la de tus amigos. Así que no os arrepintáis tampoco de nada en el tema amoroso. Porque cada espina, tiene una lágrima, cada lágrima un nombre y cada nombre una lección. A mi me pasa, cada vez que veo la cara de una chica que me ha defraudado, me acuerdo de lo que aprendí con ella.

Así que señores, sigan mi consejo. Cabeza alta, pies fiermes, brazos abiertos, espalda recta, piernas perpendiculares y cerebro funcionando. Recuerda. " No te arrepientas nunca de lo que hagas, si no de lo que no has hecho. "

Y es así, me arrepiento de no haber hecho tantas cosas en tantos momentos, que contarlos sería largísimo.

Pensamientos De Un Esperma

Echos ya hechos.

viernes, 10 de abril de 2015

Levanta y lucha, pero hazlo bien

¿Que es lo que, cuando todo parece perdido, hace que soltemos un par de palabrotas y nos esforcemos el doble, el triple? Como un boxeador que besa la lona solo para levantarse segundos después, mucho mas cabreado y soltando hostias mucho más duras. Frustración, enfado, ira... Esos son los sentimientos que le guían en ese momento. Pueden parecer emociones feas, pero también tienen una función. Evitan que nos rindamos, nos dan fuerza y nos hacen más decididos.

Por supuesto, hace falta saber dirigir el cabreo. Ponerlo a trabajar para ti, en vez de dejar que sea él quien te controle a ti. Pongamos que tienes un problema, problema que te toca los huevos y hace que que lo veas todo rojo. Puedes darle un puñetazo a la pared, claro. Pero también puedes utilizar toda esa energía para intentar resolverlo.

He peleado. Hace unos tres años que lo dejé, pero antes hacia artes marciales, y competía a veces. Nada serio, claro, pero ganaba siempre. En ocasiones por poco, otras por mucho, pero no perdía. Hay gente que cuando pelea se deja llevar y carga como un toro, sin dejar de soltar golpes, pero olvida protegerse y recibe tanto como da. Hay otros que luchan solo con la cabeza, y casi no dejan que les des, pero tampoco aciertan ningún puñetazo. El secreto es estar furioso, muy furioso. Pero no dejarse llevar. Que la ira de fuerza a tus golpes, pero que no dicte como los das. Tiene que ayudarte a levantarte, no ser la causa de que te vayas al suelo.

Digo todo esto porque últimamente he visto a mucha gente enfadada, pero poca utilizando el cabreo para algo útil. Insultan, se destrozan la mano contra la pared o alejan a los que están a su alrededor. Pero en una pelea contra el ladrillo y el hormigón, nunca tendrás las de ganar. Si alejas a aquellos que intentan ayudarte, solo te sentirás peor. Pero si sonríes con ironía y dices que vas a hacer grandes cosas, puede que acabes haciéndolas sin darte cuenta.

                          Pensamiento De Un Esperma

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